Valentín Benítez, responsable de un comedor con 30 años de trayectoria, denunció que la municipalidad no brindó soluciones ante los problemas de infraestructura y los despojó del espacio.
El comedor comunitario de Villa Andrés, que durante 30 años brindó alimento a familias en situación de vulnerabilidad, tuvo que suspender su funcionamiento tras ser despojado del espacio que utilizaba. Valentín Benítez, su responsable, explicó en diálogo con N9 que la decisión municipal dejó a 120 personas sin comida. "Hoy la situación está grave, hay mucho desocupado y muchos planes que no alcanzan. Lamentablemente, hasta que encontremos otro lugar, esas familias quedarán sin comer", lamentó.
Según detalló Benítez, el comedor funcionaba con apoyo municipal hasta esta gestión, cuando comenzaron a recibir inspecciones y multas por problemas edilicios. "Nos hicieron actas por cuestiones de infraestructura que no nos corresponden, porque el edificio es municipal. A pesar de que avisamos sobre la situación, nunca nos brindaron una solución", señaló. El referente también denunció que intentó hablar con distintas autoridades sin éxito: "Cuando le dije a Pablo Mujica que nos retirábamos, su única respuesta fue 'bueno, retírense', como si fuera nada".
El comedor no solo brindaba almuerzo, sino también desayuno a muchas familias. "Nosotros funcionamos gracias a un programa que inició hace 30 años con el Banco Interamericano de Desarrollo. Con mucho esfuerzo logramos sostenerlo, pero hoy la necesidad es cada vez mayor", explicó Benítez. Además, aseguró que la falta de un espacio físico está afectando gravemente a la comunidad: "Cada vez hay más gente en la calle, más familias sin recursos, y nosotros ya no podemos ayudarlas".
Uno de los mayores inconvenientes que enfrenta ahora el comedor es la reubicación. "No podemos trasladarnos a cualquier parte porque el programa solo nos permite hasta 10 cuadras de distancia. Estamos buscando un nuevo lugar, pero no es fácil", explicó. Además, denunció que algunos de los elementos del comedor, como heladeras y ollas, quedaron dentro del centro comunitario y no se los quieren devolver. "Me dicen que no tengo los papeles, pero todo el pueblo sabe que esos elementos los conseguimos nosotros con esfuerzo durante 30 años", afirmó.
Pese a la crisis que atraviesan, Benítez insistió en que seguirá buscando alternativas para continuar con la tarea solidaria que ha sostenido durante décadas. "No hemos recibido ayuda ni del gobierno provincial ni del nacional, solo nos habían prestado el espacio. Ahora que nos lo sacaron, estamos en la nada", sostuvo. Al finalizar la entrevista con N9, el referente del comedor hizo un llamado a la comunidad y a las autoridades: "Lo único que pedimos es un espacio para poder seguir ayudando a quienes más lo necesitan".